viernes, 26 de abril de 2013

Corazón en reformas, alma entre rejas

Puede que halla perdido la inspiración, que escriba por costumbre, que escriba por escribir, que escriba para no morirme.
Ya me he acostumbrado a esto. Este infierno permanente no es nada nuevo. 
El frío de tus ojos, las grietas en el corazón, la escasez de autoestima o la falta de tu voz como despertador, son cosas con las que ya cuento.

Pero, sin querer, algo se acelera de repente. Un impulso.
Ese impulso cuando pasa a tan solo unos pocos metros de ti. Ese maldito impulso de querer correr tras él, y decirle que cuando le ves notas que te vuelve a latir el corazón de la nada. Que tu vida deja de medirse en momentos al azar, y empieza a medirse en tan solo ese puto instante. Ese instante en el que te quedas sin aliento, en el que una cantidad indefinida de recuerdos cruzan tu mente. Deprisa, muy deprisa. Como si quisieran rebobinar todas y cada una de las escenas que vivimos hasta llegar a la primera de todas. 

Y es que hay algo que nos unió desde el principio, siempre lo supe.

No sé si seria el brillo de sus ojos cada vez que me miraba, pero sospecho de él, y de sus pupilas. 
Y es que son ellas, son sus pupilas las que se clavaban tan dentro que dolía hasta mirarle, pero a la vez era el mayor placer que podía existir, como si fuera puro masoquismo.

Y mírame...
<< CON OJERAS DESDE EL PUTO DÍA QUE INTENTÉ OLVIDARTE, TÍO>>

Hace días, días de silencio, en los que no me encuentro. 
He equivocado mi vida.
No sé dónde estoy, qué he hecho, qué dolor es este que me está amenazando.
Ya no puedo saber si amo o si odio.

Él me ha matado...

Ahora sólo quedan caladas de ti, una primavera que se ahoga, poesía barata, nada de metáforas que adornen estos daños. Sonrisas en la calle, lágrimas en casa. Y algo de tequila para brindar con los colegas.  
Un último brindis, pero recuerda, esta vez ya no es por ti.

No voy a volver, no me esperes.

"Porque quizás no sepa a donde voy, pero si sé a donde no quiero regresar."








2 comentarios:

  1. Clara, todos hemos pasado por eso. No es consuelo, es recordarte que se sale. Yo he llegado a pedir que me internaran en un psiquiátrico
    y me atiborraran a pastillas que me atontaran porque no podía afrontar el dolor, pero, ¿Sabes? SE SALE.

    Un besico y un montón de ánimos.

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  2. Madre mía. Bueno yo también he hecho cosas de las que me arrepiento bastante, y supongo que no, no existe ningún antídoto contra el dolor emocional, y es una putada. Pero bueno, espero salir.
    Muchas gracias, eres amor.

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